Phyllis Dillon "The Rocksteady Queen"

Phyllis Dillon
"The Rocksteady Queen"
Phyllis Dillon aclamada como la indiscutible reina del Rocksteady, además de por su música, por lo que simboliza su carácter y su humilde manera de ver la música. Al escuchar sus canciones y al documentarme sobre Phyllis se denota una personalidad dulce, amable, divertida, honesta, ante todo humilde y fiel a sus principios. Para muchos de nosotros One Live to life es sin duda el mejor disco ska / rocksteady femenino de la historia.

Phyllis Dillon (1 enero 1948-15 abril 2004) Nacida en Linstead, St. Catherine (Jamaica). Bajo la influencia de cantantes estadounidenses como Connie Francis, Patti Page o Dionne Warwick, empezó a cantar en conciertos para su escuela e iglesia. A medida que fue creciendo empezó a participar en varios concursos de talentos junto a la banda jamaicana The Vulcans.

En 1965 durante una actuación en el Glass Bucket Club en Kingston, el guitarrista de Duke Reid, Lynn Taitt quedó prendado del estilo y la voz de Phyllis y decidió proponerle que fuera a Tresaure Isle a grabar alguna de sus canciones, aceptó la invitación. Phyllis Dillon tenia 19 años cuando sacó su primero disco con Duke Reid a principios 1967 e incluya su mas famosa canción “Don’t Stay away” que fue una composición original junto a Tommy McCook y The Supersonics como backing band. La mayoría de las grabaciones posteriores son versiones de canciones de artistas populares americanos como Bettye Swann, Perry Como o Stephen Stills.

En el mismo año, 1967, grabó su canción “Perfidia” que es una versión de una canción escrita en 1940 por Alberto Domínguez y popularizado por el director de orquesta cubano, Xavier Cugat. También obtuvo un gran éxito con su canción "Rocking time '", también conocida como "Rocksteady". Phyllis Dillon grabó duos con su amigo y mentor profesional Alton Ellis, "Right Track" y "Remember that sunday" y con Hopeton Lewis, "Walk through this World with Me" y "Love Was All We Had ".

En diciembre de 1967, la cantante soprano se trasladó a Nueva York colaborando con la banda The bucaners. Allí se casó, tubo dos hijos Nigel y Janice y encontró trabajo en un banco. A menudo viajaba a Jamaica para hacer algunos conciertos y grabaciones para Duke Reid. Después de varios singles y un álbum titulado Living in love, Dillon terminó su carrera discográfica en 1971 a la edad de 23 años.

Al igual que la mayoría de artistas de la época, el principal problema de la carrera musical de Phyllis era el económico. Sin una ley de propiedad intelectual donde ampararse, todo el dinero iba a parar a las arcas de los productores, en este caso Duke Reid. Nunca recibió ni un centavo por sus grabaciones en Treaure Isle.

Tal y como dice en una entrevista que le hizo Jim Dooley para Roots Archives en 1998:

“Creo que les gusta cuando se lo ruego. Y moriré, ya sabes, porque me niego a pedir limosna. En primer lugar, si es mío, yo no debería tener que pedirlo.”

En sus entrevistas deja claro que no grabó con otros productores ya que los artistas de Coxsone, Beverly’s o otras discográficas se encontraban en la misma situación. Como diríamos en España, Mas vale malo conocido que bueno por conocer.

Al igual que con Duke Reid, tampoco recibió una digna remuneración económica en sus conciertos en Nueva York con The bucaners, cuyo manager les mentía y les hacía creer que muchos conciertos eran “benéficos”. Phyllis Dillon, cansada de su doble vida decidió centrarse en cuidar de sus 2 hijos y seguir trabajando en el banco.

En 1991, Michael Bonnet, el director de entretenimiento del Hotel Ocean en Kingston la invitó a volver a actuar en Jamaica. Su negativa al principio fue más tarde revocada y provocó un renovado interés por su carrera musical. Entonces Phyllis Dillon redescubrió su pasión por la música y los escenarios combinando de nuevo sus giras con su vida doméstica. En los años siguientes viajaría el Reino Unido, Alemania y Japón.

En 1998, regresó al estudio de grabación con Lynn Taitt, para iniciar un nuevo proyecto musical en el cual también participó el hermano de la cantante. Permaneció activa hasta que la enfermedad le impidió seguir trabajando.

Phyllis Dillon murió a la edad de 56, el 15 de abril de 2004 en Nueva York, después de una larga lucha durante dos años contra el cáncer. Su música y su reinado seguirán vivos por los siglos de los siglos.

Escrito por Francesc Troyano para Jump & Prance

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